miércoles, 18 de mayo de 2011

Estaba harta...


¿Os habéis sentido alguna vez idiotas por tropezar una y otra vez con la misma piedra? Si habéis asentido al leer mi pregunta, seguramente habéis sentido en vuestras propias carnes la frustración que producen ese tipo de situaciones. Debido a esto, escribí un pequeño poema en un momento en el que solo pretendía alejar de mí los pensamientos, zumbones como mosquitos, que me rondaban la cabeza en aquel momento. Se puede decir que este poema me salió del alma y del corazón, y al escribirlo sentí un gran desahogo (siento el lenguaje que puede mostrar, y quiero decir que esto se refiere solo a unas cuantas personas, no quiero generalizar con todo el género masculino).


Solo quería decirte que San Valentín no existe,
que Romeo y Julieta no eran de este planeta...
No te hagas ilusiones,
en el amor el que gana es el que jode,
el que sabe que sientes pero ni se arrepiente
de decirte mil te quieros,
vacíos de sentimientos verdaderos.

Solo quieren alegrarse, pasar el rato, desquitarse,
¡quitarse el polvo de las partes!
Y para ello los corazones son basura, tropezones,
solo obstáculos que evadir
para llegar a lo único que quieren conseguir.

Cuatro cerdos, cuatro idiotas,
cuatro imbéciles que me agotan...
¡Ya estoy harta de mentiras!
¡A la tercera no va la vencida!
Son todos iguales, una manada de subnormales.

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